Era hija de Carlos II de Estiria, archiduque de Austria, y de María Ana de Baviera.
El matrimonio con el gran duque tuvo lugar en 1608.
Después de la prematura muerte de su marido, acaecida en 1621, se dedicó junto a su suegra, Cristina de Lorena, a la educación de sus hijos, en particular del futuro gran duque Fernando II.
Obtuvo además como herencia el gobierno de la ciudad de San Miniato hasta su muerte y no paró hasta que la pequeña ciudad se convirtió en diócesis.
Se interesó por la ciencia y procuró a sus hijos una gran educación, eligiendo como preceptores a algunos científicos discípulos de Galileo Galilei.