María Beatriz Victoria de Saboya

Pasaría la mayor parte de su tiempo en Cagliari durante los siguientes trece años, donde fue criada por su madre en el respeto de la religión católica y recibió una educación clásica en casa.

Para ese momento su padre ya era rey de Cerdeña desde hace diez años.

María Beatriz finalmente consintió llorando el matrimonio con su tío, como recuerda el diario de su "camarera", Mónica Borrón.

Francisco, desde su matrimonio en adelante, nunca pasó muchos días lejos de su joven esposa, con quien iba al teatro, a los bailes de la ciudad, y a quien daba paseos frecuentes lecciones.

A veces, en su diario, escribía que caminó con María Beatriz por las murallas de Cagliari, concluyendo con frases como: "La noche fue hermosa".

Aquí, en una lujosa villa construida por Francisco IV, a la que llamaron el "Castillo Nuevo", recibieron invitados reales y amigos.

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Los hijos de Maria Beatriz por Bernardino Rossi (hacia 1836).