En 1811 al trasladarse la familia a Módena, inició su formación artística en la Academia Atestina de Bellas Artes de la ciudad.
En 1826 se traslada a Florencia donde vivirá hasta 1830.
La etapa florentina sirve para refinar su estilo, acercándolo al estilo biedemeier, muy en boga en las cortes italianas en la órbita austriaca.
Regresa a Módena en 1830, recibiendo multitud de encargos en la ciudad.
[3] Cuenta entre sus protectores al propio soberano, el duque Francisco IV de Módena y recibe numerosos encargos para la realización de cuadros para altares.