En 1686 está ya en Roma y en 1688 publicó allí Sylva de Tyberis alluvione.
Inicia por sí mismo el estudio del griego clásico y otras lenguas.
Dirige la Academia del marqués de Villatorcas, de la que forman parte, entre otros, los novatores Tomás Vicente Tosca, Juan Bautista Corachán, José Manuel Miñana, Rodríguez...
En 1702 halla en la biblioteca de Cervellón la obra poética latina del humanista del XVI Hernán Ruiz de Villegas, por la que se entusiasma y que pretende editar.
En diciembre regresa a España y se establece definitivamente en Alicante.