Contribuyó decisivamente a la aprobación del contrato Grace durante el primer gobierno de Cáceres.
Tras la guerra civil de 1894-1895, se ausentó del Perú y solo volvió por una breve temporada.
[3] De otro lado, ejerció como agente confidencial del general Andrés Avelino Cáceres.
Se mantuvo como ministro en Bolivia hasta 1888 y consolidó las amistosas relaciones peruano-bolivianas, suscribiendo acuerdos sobre límites, extradición, canje de publicaciones y ejercicio de las profesiones liberales.
Desde esa investidura contribuyó decisivamente en la aprobación del contrato Grace, que la oposición había bloqueado de modo persistente durante varias legislaturas.