Manuel García Pueblita

[1]​ Al poco tiempo de casarse, cambió su residencia a la capital del estado, Morelia, donde se seguiría desempeñando como un conocido artesano.

Al instalarse la dictadura santanista en 1853, Manuel García Pueblita al igual que muchos otros liberales, tuvieron que salir de la ciudad de Morelia y las principales ciudades del país.

Juan Álvarez, líder indiscutible de la Revolución, reconoció a Epitacio Huerta como dirigente de la sublevación en Michoacán y lo ascendió a coronel, situación similar sucedió con García Pueblita, que pasó de capitán a coronel en esta época.

De nueva cuenta García Pueblita se unió a Epitacio Huerta para hacer la guerra en Michoacán; no obstante, en esta ocasión no se presentaron grandes batallas en la entidad, más bien, las batallas principales se desarrollaron en los estados de Jalisco, Guanajuato y San Luis Potosí, por lo que los jefes michoacanos participaron activamente en estos estados con sus respectivas brigadas.

Durante los primeros meses de la Intervención francesa García Pueblita permaneció en Michoacán.

Una vez perdida Puebla y abandonada la Ciudad de México por parte del gobierno republicano, García Pueblita que, en un primer momento había marchado hacia el norte con el resto de las tropas, se desprendió con una pequeña escolta para volver a Michoacán, el lugar que mejor conocía para hacer la guerra de guerrillas.

En el mes de diciembre tuvo encuentros con los imperialistas en Taximaroa y Tuxpan.

Su última victoria como militar fue el 16 de junio, cuando derrotó en los Reyes a los imperialistas Simón Diosdado y Antonio Marín.

Aún con esta advertencia decidió quedarse a almorzar, poco minutos después, alrededor del medio día se escuchó el tropel de los caballos y el paso veloz de la infantería, no hubo tiempo para nada, la primera descarga la recibió su escolta, los que pudieron montar a caballo y huir lo hicieron, el general García Pueblita quedó rodeado en la casa donde se encontraba, brincó primero algunas bardas recorriendo algunos predios, llegando hasta la casa situada al poniente de la cuadra, donde no pudiendo seguir escapándose optó por esconderse en el tejado, la casa fue registrada cuidadosamente por oficiales y soldados franceses, descubriendo al general y matándolo en el acto.