Entre 1831 y 1833 fue ministro plenipotenciario en Centroamérica y Colombia, favoreciendo el desarrollo de una relación provechosa con Centroamérica.
Durante la presidencia de Miguel Barragán, fue designado Secretario de Relaciones Exteriores y de Hacienda (1835), sucediendo en esta cartera a José María Ortiz Monasterio.
En 1836 fue designado enviado extraordinario y ministro plenipotenciario ante la Santa Sede, durante el papado de Gregorio XVI; logró que se reconociese oficialmente la Independencia de México.
En 1853 junto con José Salazar Ilarregui y J. Mariano Monterde firma el Tratado de la Mesilla que modifica al tratado de Guadalupe Hidalgo, y fija una nueva demarcatoria de frontera con Estados Unidos.
Solucionó también los problemas fronterizos pendientes después del Tratado de Guadalupe-Hidalgo que puso fin a la guerra mexicano-estadounidense.