Muchas guardan estos antiguos elementos a los que se suman algunos más modernos como máquinas para lonchar el pan, otra de envasado al vacío y cajas registradoras modernas.
Así, entre las grandes pioneras, y hoy súper empresa española, se encuentra "La Mantequera", fundada por la familia Arias en 1848.
[10] Con Europa sumida en la Primera Guerra Mundial, las ciudades españolas viven sin embargo la expansión del comercio y una mejora del consumo detallista, que incluye una nueva fase empresarial de las mantequerías, que se expanden por España.
Las que se encontraban en este barrio de Madrid con más elevado poder adquisitivo, como Bravo y Olmedo, comenzaron a introducir los pocos productos de lujo españoles o franceses que llegaban a la capital.
Muchas de ellas no pudieron superar el largo periodo bélico y se vieron obligadas a echar el cierre.
Otras continuaron la tendencia a llenar cada estante de productos no necesariamente tan perecederos.
[15] A la lista se fueron sumando muchos otros establecimientos que dotaron al concepto de mantequería un aire renovado y moderno.