Maldición de los recursos

En este sentido, el término maldición de los recursos se utilizó por primera vez por Richard Auty en 1993 para describir cómo los países ricos en recursos naturales no podían usar esa riqueza para impulsar sus economías y cómo, en contra de toda intuición, estos países tuvieron un crecimiento económico menor que los países sin una abundancia de recursos naturales.

Así, los recursos naturales sirven como una maldición para el pueblo, que cae a un nivel relativo de vida más bajo.

Existen varios tipos de relaciones entre los recursos naturales y los conflictos armados.

El aumento de los ingresos nacionales a menudo también da lugar a un aumento del gasto público en salud, ayudas sociales, gastos militares y la inversión en infraestructura pública, y si esto se hace en forma corrupta o ineficiente, puede ser una carga para la economía.

(Si se hace de manera eficiente, esto puede aumentar la competitividad económica, actuando efectivamente como un subsidio salarial).

Como en los Países Bajos se centraron principalmente en las nuevas exportaciones de gas, el valor de la moneda holandesa creció a un ritmo muy rápido, lo que perjudicó la capacidad del país para exportar otros productos.

En medio del creciente mercado de gas y la contracción las exportaciones, los Países Bajos comenzaron a experimentar una recesión.

Este proceso se ha visto en varios países alrededor del mundo, incluyendo, entre otros, a Venezuela (petróleo), Angola (diamantes, petróleo), la República Democrática del Congo (diamantes) y varias otras naciones.

Además, los recursos naturales del país actúan como garantía que lleva a más crédito.

Sin embargo, si los precios de los recursos naturales comienzan a caer, y si el tipo de cambio real cae, el gobierno tendría menos dinero para pagar una deuda más cara.

La presencia de los paraísos fiscales en el extranjero ofrecen amplias oportunidades para los políticos corruptos para ocultar su riqueza.

Muchas de las operaciones extractivas son ilegales y alentadas por corruptas corporaciones multinacionales en connivencia con los gobiernos nacionales.

Sin embargo, aun cuando las autoridades tratan de diversificar la economía, esto se hace difícil debido a que la extracción de recursos es mucho más lucrativa y sobrepasa en competitividad a cualquier otra industria.

Economías de escasos recursos como Singapur, Taiwán o Corea del Sur, por el contrario, gastan enormes esfuerzos en la educación, lo que contribuyó en parte a su éxito económico (ver tigres asiáticos).

[21] Los derechos humanos en todos los países que padecen la maldición de los recursos son tristes o inexistentes.

Estos regímenes se mantienen en el poder por una élite selecta, como políticos de alto rango y líderes militares.

Mientras el gobierno en el poder mantiene estos pocos miembros de las élites felices, puede gobernar sin miedo a las consecuencias.

En lugares como la República Democrática del Congo, la vida humana no tiene casi ningún valor y el trabajo esclavo es común.

Sin embargo, desde que la empresa petrolera de Venezuela pasó a manos del estado, ha sido criticada por ineficiente y atrasada.

La maldición de los recursos es también evidente en Venezuela debido a la enorme brecha entre los ricos y los pobres.

Esta abundancia o exceso de recursos hace que las poblaciones animales tengan estrategias de reproducción R (muchos descendientes, gestación corta, menos cuidado parental y poco tiempo hasta la madurez sexual), por lo que la competencia es asequible para las poblaciones.

[4]​ La hipótesis del mutualismo se describió por primera vez mientras Kropotkin estudiaba la fauna de la estepa siberiana, donde las condiciones ambientales son duras, descubrió que los animales tienden a cooperar para sobrevivir.

Usando esa variable para comparar países, se reporta que la riqueza de recursos en el suelo se correlaciona con un poco más alto crecimiento económico y un poco menos de conflictos armados.

Cuando el caos de un país y las políticas económicas asustan a los inversores extranjeros y envían a los empresarios locales al exterior en busca de mejores oportunidades, la economía se vuelve sesgada.

Por ejemplo Alemania está quemando grandes cantidades de lignito (carbón subbituminoso), ya que puede ser fácilmente extraído del suelo alemán.