Malaquías de Armagh

San Celso le ordenó sacerdote en 1119, y en 1123 fue nombrado abad de Bangor.

Al morir san Celso (1132), fue nombrado arzobispo de Armagh no sin pasar por varias intrigas.

Su intención era pedirle al papa Inocencio II palios para las sedes apostólicas de Armagh y Cashel.

Malaquías encontró una situación espantosa en Roma, totalmente corrupta y con el papado a merced de los señores italianos.

Quiso volver a Roma en 1148 pero, hallándose en Clairvaux, cayó enfermo y murió en los brazos de san Bernardo.