Profecías de san Malaquías

El libro resultó un éxito en toda la Europa cristiana y nunca fue corregido ni amonestado por la Inquisición.En su Réfutation des prétendues prophéties de St Malachie[2]​ de finales del siglo XVII, Ménestrier observa que las profecías hasta Urbano VII, muerto en 1590, se cumplen con precisión, y los lemas siempre aluden al lugar de origen, al nombre propio o apellido o al escudo del Papa; tomando en cuenta esto, el lema que se debería aplicar a Gregorio XIV (Ex antiquitate urbis) no tiene nada que ver con el origen, el nombre o el escudo de este, pues el cardenal Nicolás Sfrondati había nacido en Soma Lombardo y había sido obispo de Cremona (ciudades antiguas, ciertamente, pero no necesariamente más que cualquier otra ciudad italiana); tampoco en el escudo había nada que hiciese pensar en "la antigüedad de la ciudad".Sin embargo, como observa Ménestrier, el cardenal Girolamo Simoncelli era originario de Orvieto (en latín, y etimológicamente, Urbs Vetus).Según la hipótesis del Abad Cucherat (1871), san Malaquías escribió la profecía en Roma, entre los años 1139 y 1140 cuando visitaba al Papa Inocencio II para reportarle los asuntos de su diócesis.La obra fue publicada a fines del siglo XVIII por el monje benedictino e historiador francés Dom Mabillón (1632-1707).