Maestras de la Segunda República

Las maestras de la Segunda República española conforman un ‘«corpus»’ laboral con valor socio-histórico,[2]​[3]​ desarrollado en España entre 1931 y 1936.

[4]​[5]​ Distintos analistas han diferenciado cuatro periodos para su estudio: «eclosión, expansión, destrucción y recuperación».

En total, los especialistas calculan que «se sancionó aproximadamente entre un 25% y un 30% de los docentes depurados.

[g]​[32]​ Todo ello es una indudable muestra de la importancia que el magisterio iba a tener para el nuevo régimen como elemento fundamental para su consolidación».

[h]​[33]​[34]​[29]​[5]​[35]​ Lógicamente, el modelo previsto por el nuevo gobierno tenía unos objetivos, si no antagónicos, muy diferentes.

[41]​ Entre los ejemplos básicos puede destacarse Mi diario, donde la maestra republicana María Sánchez Arbós recoge los detalles de la pedagogía avanzada del momento.

Por su parte, Doña Caligrafía era “una señora delgaducha algo ajada y canosa, natural de Cartagena”.

[6]​[8]​[5]​[21]​[47]​ Y en cualquier caso, «el balance de la depuración fue un éxito para los intereses que amparaba el franquismo, porque propició el control social necesario para sostenerse durante casi 40 años».

Escuela de José Sánchez Rosa , maestro racionalista andaluz seguidor del modelo propugnado por Francisco Ferrer Guardia . Imagen tomada en la Sevilla de 1936, poco antes de la rebelión militar , autoproclamada con el nombre de ‘ Alzamiento Nacional ’.
Una maestra y su clase en la localidad de El Saucejo , hacia 1931. [ 17 ]
Maestra rural hacia 1936. [ 26 ]
Promoción de maestras de la Escuela Normal hacia 1925.