Música del siglo XIX
El mundo había cambiado, el Hombre tenía derechos inalienables, Francia tenía un calendario nuevo, en 1803 Inglaterra y Francia darían inicio a las Guerras Napoleónicas de la Tercera Coalición, Richard Trevithick diseñaría una locomotora en 1804 y prontamente se verían sus efectos musicales: en 1804 Beethoven compondría su Sonata para piano n.º 21, Waldstein, caracterizada por fuertes modulaciones a tonalidades distantes bajo el tratamiento de enarmonización del séptimo grado.En cierta forma los principios del Individualismo que atemorizaba a la Iglesia habían surgido en el siglo XVII cuando Descartes plantea dudar del universo sensible, de la sociedad que lo rodea y de dios.Lo que comenzó siendo la unificación Alemana terminó siendo la Primera Guerra Mundial El siglo XIX fue un siglo de grandes cambios, grandes crisis económicas, cada vez más fuertes y pujantes.Los nuevos movimientos obreros, los socialismos posteriormente llamados utópicos, advertían, desde sus comienzos, que el capitalismo no tendría muchos años de vida, creían que iba a fracasar tempranamente y una sociedad nueva aparecería, guiada por la razón y la ciencia, sin clases sociales ni propiedad privada, el orden conduciría al progreso, una nueva era de la paz vendría por una gran guerra, Fourier deliraría profetizando que las ballenas serán sustituidas por antiballenas que ayudarán a tirar de los barcos,[1] Julio Verne crearía una literatura basada en la especulación científica haciendo especulaciones no menos disparatadas.La belleza armónica no se basaría más en la simpleza del clasicismo.Claude Debussy llegaría a decir que César Franck era una «máquina moduladora».