Luis María Martínez y Rodríguez
El 20 de noviembre de 1904, recibió el Sacramento del Orden con el grado de Presbítero en la Capilla del Arzobispo, siendo nombrado profesor del Seminario y poco después vicerrector y finamente rector, cargo que desempeñó durante 32 años.La Revolución Mexicana impulsó al sacerdote a fundar al menos 6 asociaciones de católicos entre las que se cuentan la Asociación Nacional de Padres y Madres de Familia, los Círculos Obreros y la Unión Sacerdotal, y al estar al cuidado de ellas, tuvo que viajar por el país, entre 1917 a 1925.Tras conocer a la Beata Concepción Cabrera de Armida, Monseñor Martínez, de la que fue su director espiritual, se une a las Obras de la Cruz, haciendo votos como Misionero del Espíritu Santo.[4] Ejerció su ministerio con prudencia, inteligencia y benevolencia logrando la paz entre la Iglesia y el Estado manteniendo una buena relación con Manuel Ávila Camacho.[6][7] Luis María Martínez era llamado "el santo del Espíritu Santo"; en el árbol genealógico se encuentra Josefa Martínez Sámano; luchadora incansable y ejemplo de vida, procreó 6 hijos.