Sin embargo, el cronista oficial de Navalmoral emitió un informe señalando que dichos reconocimientos se le habían concedido «por los numerosos beneficios y obras aportados al municipio desde sus importantes cargos», y no por razones políticas.
Como resultado, solo se cambió el nombre de la calle, que pasó a llamarse Julio Romero Hernández.
[5] Durante su mandato, en 1949 se trasladaron las dependencias del ayuntamiento de la calle Mayor a la plaza María Agustina,[22] y se llevó a cabo la reconstrucción del estadio viejo Castalia del Club Deportivo Castellón, que había sido inaugurado en 1946, pero quedó inutilizado tras las inundaciones de 1949.
Su salida del gobierno civil se produce a petición propia en 1958, situación que aprovechó el régimen para hacer de su retirada un ejemplo de la labor falangista y del contraste entre los grandes logros conseguidos en la esfera pública, a costa de los sacrificios en el ámbito privado.
[31] Tras su regreso volvió a la ferretería que regentaba la familia Julve desde 1885.