[1][2] Luis Blasco llegó en 1782 a Oviedo gracias a su maestro, y en ese momento maestro de capilla de la Catedral, Joaquín Lázaro (1746-1786).
Lázaro se había formado en El Pilar de Zaragoza, por lo que es de suponer que Blasco también se formó en Zaragoza, en El Pilar o en La Seo.
Ese mismo año compuso parte del oratorio Oviedo festivo, y su Real Sociedad Económica regocijada … con ocasión de las celebraciones del nacimiento de infantes gemelos en la Casa Real.
[6][1] Durante el Trienio liberal, en 1822, fue deportado a Ávila, junto con ocho prebendados de Málaga.
[1][7] No se conservan las obras que Blasco dejó a la Catedral de Oviedo.
En cambio, se conservan composiciones suyas en las catedrales de Astorga, León, Málaga,[8] Mondoñedo, Salamanca, Valladolid, Zamora y Zaragoza.