Entre sus alumnos destacó el pianista José Miró, quien ya le sustituía en 1828 como maestro al piano.
También tomó parte en los conciertos que organizaba la Sociedad Filarmónica Sevillana, fundada en 1845 por el conde del Águila.
En esta sociedad creó una orquesta de sesenta miembros que él mismo codirigía junto con Mariano Courtier.
Como autor de música sacra, a él se debe la obra en tres volúmenes "Repertorio de organistas", en la que se recopilan ofertorios, elevaciones, versos en distintos tonos y temas para variaciones.
En el "Museo orgánico español", compilado por Hilarión Eslava, se recogen un "Ofertorio" y una "Elevación" de Gómez Carrión.