Luces de terremoto

Las luces de terremoto (EQL, del inglés Earth Quake Light) corresponden a un inusual fenómeno aéreo luminoso, similar en apariencia a una aurora boreal, que aparece en el cielo por encima o cerca de áreas donde hay estrés tectónico, actividad sísmica o erupciones volcánicas.

Aunque existen varias hipótesis que tratan de explicar este fenómeno, entre ellas la triboluminiscencia[1]​ y la teoría de Friedemann Freund, aún no hay una interpretación totalmente convincente que explique este fenómeno.

[6]​ En pruebas de laboratorio se comprobó que en las rocas al aire libre, los huecos-p tienden a moverse y a fijarse en la superficie de éstas, con lo que se genera conductividad.

Le preocupa que los supuestos avistamientos de luces de terremoto tengan orígenes diversos; algunos ficticios, y que por lo tanto no tenga sentido hablar del fenómeno como si ya estuviera confirmado.

A esto añade: "Es verdaderamente increíble cuán mutables son la ''luces de terremoto''.

Las luces de terremoto se pueden parecer a lo que sea, siempre y cuando estés ávido por encontrarlas.

La escritora señala que no todos los terremotos son iguales y por lo tanto es posible que fallas geológicas de extensión y compresión produzcan "comportamientos distintos sobre la superficie así como bajo el suelo".

Le parece comprensible que haya escépticos, "dada la falta de confiabilidad, reproducibilidad y explicaciones adecuadas."

Otra posibilidad es que:"los terremotos más fuertes rompan cableado eléctrico y causen explosiones en los transformadores, provocando los destellos"[9]​Se pueden encontrar registros de terremotos acompañados por luces desde el año 373 a.

Helmut Tributsch, citando a H. Bonnet, menciona que tal vez la primera referencia a las luces sísmicas es la siguiente que proviene del Antiguo Egipto:“Abriendo grietas en el monte y produciendo lluvia y luces, un terremoto acompañó el renacimiento del rey”.Una de las primeras descripciones del fenómeno fue dada por el estoico Publius Cornelius Tacitus (Tacito), quien en su Annalium describió que en el terremoto de la región de Acaya, en 373 a. C. fueron vistas unas luces.

Lo que quedaba a su paso fue destruido: todas las casas y murieron muchos animales que ahí se encontraban”.Sin embargo, a inicios del siglo XX aún se les consideraba un mito, hasta que se tomaron fotografías de estas luces en Japón en la década de 1960.

Más enigmático fue lo ocurrido la segunda mitad de febrero del 1600 en Arequipa, Perú.

Kant también encontró reportes de fenómenos luminosos que se observaron poco antes del terremoto.

En Granada el cielo se tiñó de rojo y duró así durante mucho tiempo.

En Nigüelas, al mismo tiempo del terremoto, se vieron luces rojas en el campanario y en la alcaldía.

La comisión que se instauró para investigar el fenómeno publicó un estudio titulado: Terremotos de Andalucía.

Madrid 1885”, en la que se puede leer:“Respecto a la aparición de flamas o fuegos fatuos, que son cosa frecuente en los grandes terremotos, las ruedas luminosas, las columnas de gas y vapor, la iluminación del espacio, no ya como globos, sino como auroras boreales o luces fosforescentes, tienen una explicación sencilla cuando se acepta la teoría geodinámica, fundada principalmente en el vapor de agua.

Esto es, en efecto, si el agua sale a la presión suficiente por las fisuras, puede dar origen a una manifestación eléctrica, como se obtiene artificialmente en el laboratorio de física con la máquina de Armstrong… Respecto a los otros fenómenos, debidos a la electricidad atmosférica, se comprende bien que, si ésta se acumula, puede presentar todos o casi todos: por esta razón, no sólo se vieron luces eléctricas, de las cuales ya habíamos hablado a propósito del gas comprimido, además se observaron auroras boreales en Rubite y Vélez de Benaudalla.

En cierto momento el objeto pareció envolver a Watt y sus acompañantes.“Mi mano izquierda experimentó la misma sensación que si hubiera recibido una descarga eléctrica de una batería galvánica.

La nube, inicialmente, parecía tener una altura de 1.20 metros, y conforme se iba acercando a los testigos, fue creciendo.

Nicosia Hodja, quien estaba en un minarete en su rezo matutino, pudo observar el fenómeno.

Posteriormente vio un relámpago globular de color rojo, moviéndose lentamente hacia el Este.

Bolas de fuego brillantes cruzaron los aires, como grandes relámpagos esféricos.

Se habían visto unas señales similares en los cielos de China, en el año anterior.

[16]​ Este último terremoto con luces quedó documentado en videos filmados por varios ciudadanos que presenciaron el fenómeno.

Modelo simplificado de propagación de huecos en una zona de tectónica orogénica de interacción de placas, en un entorno de zona de subducción (es decir, de tipo andino). La escala vertical (relieve topográfico) es exagerada para mayor claridad. +, agujeros positivos; e ', electrones.