Los ricos también lloran

Además, cuenta con las actuaciones estelares de Augusto Benedico, Rafael Banquells, Alicia Rodríguez (quien fue reemplazada por Marilú Elizaga) y Aurora Clavel.

[1]​ Emilio Azcárraga Milmo, fundador y presidente de Televisa, le propuso a Valentín Pimstein producir una telenovela en Miami, lugar donde residía la escritora Inés Rodena.

Sin embargo, los planes cambiaron a petición de Azcárraga, quien solicitó que el proyecto se produjera en México.

La telenovela, basada en el material original de la escritora cubana Inés Rodena, fue escrita y adaptada por María Zarattini en su primera etapa.

Zarattini se rehúso a estirar la trama, aduciendo que esta no da para más, y presenta su renuncia.

El éxito de Los ricos también lloran se difundió por toda América, Europa, Asia, África y Oceanía durante la década siguiente a su producción, doblándose hasta en veinticinco idiomas distintos.

Los más notorios fueron su doblaje al portugués, italiano, francés e inglés, también tuvo doblajes en versiones menos comunes como polaco, ruso, japonés, punjabi (para India), cantonés, mandarín (para China), árabe (para Egipto y Arabia Saudita) y coreano.

[cita requerida] Mariana Villarreal vive en un rancho en el Estado de Guanajuato con su anciano padre Leonardo y su madrastra Irma.

Irma se casó con Don Leonardo por interés económico, nunca lo amó y ella fue quien fomento su dependencia al alcohol.

Esta disparatada ocurrencia es tomada con mucha molestia por su esposa, Doña Elena y su sobrina Esther.

Don Alberto se encariña con Mariana, siente una gran satisfacción en ayudarla y educarla, ya que ve en ella un futuro prometedor.

Con el paso del tiempo, Luis Alberto no puede creer que en realidad se haya enamorado de Mariana.

Todo el esfuerzo y empeño que puso Don Alberto en ella, ha dado frutos; ahora Mariana es otra.

Ya no es la misma «salvaje» que llegó un día a la lujosa casa de los Salvatierra.

Chole lo acepta y lo cuida como suyo; únicamente sabe que el niño se llama Beto.

Mariana, al enterarse de las razones que lo obligan a cometer el delito, se convierte en su protectora.

Desde este momento, Mariana se hace cargo de Beto, sin confesar que es su hijo, le compra ropa, le pone maestros particulares y les consigue un lujoso departamento, al que llevan a vivir con ellos a Felipa, la fiel amiga de Chole.

Ante esto, Chole y su amiga están pensando en huir con Beto, para que así Mariana no le quite a su hijo.