Lorenzo Domínguez fue un artista latinoamericano que vivió su arte bajo el signo de ciertos sincretismos.
Aunque Domínguez trabajaba una gran variedad de materiales, su medio escultórico preferido era la piedra, en gran parte porque concebía la escultura como "una lucha entre el artista y el material que se le resiste".
[2] Del total de 252 esculturas realizadas por Lorenzo Domínguez, 76 son en piedra o en mármol, 34 en bronce, 5 en madera, 9 en cerámica, 13 en cemento y 115 en yeso.
Este escultor chileno, de padres españoles, pasa su infancia residiendo entre Chile y España.
Además, Domínguez talló un monumento en piedra dedicado a Santiago Ramón y Cajal, que actualmente está colocado en el "Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid" (Santa Isabel, Nº 51, Madrid).
Otros bronces de este período son: "Arzobispo Errázuriz", "Elena Bezanilla", "Eliana", "Olga", "Graciela", "Magdalena" y una máscara del "Profesor Lipschutz".
Permaneció algunos meses en Barcelona, colaborando con grupos Republicanos en la salvación de tesoros artísticos amenazados por la guerra civil.
Domínguez permaneció en París aproximadamente un año, frecuentando los talleres artísticos de Bourdelle, Arístides Maillol y Brancusi.
Entre 1939 y 1941 Lorenzo Domínguez completó el monumento "Al Dr. Luis Calvo Mackenna", un famoso pediatra chileno.
Durante sus años mendocinos (1941-1949; 1956-1959; 1961-1963), volvió a encontrar a Víctor Delhez, el grabador que había conocido poco antes en Santiago de Chile; y entabló amistad con otros artistas: Entre sus discípulos, cuatro artistas jóvenes trabajaron con él por un período muy extenso: Beatriz Capra, Mariano Pagés, José Carrieri y Carlos de la Mota.
Otros de sus estudiantes fueron: Luis Quesada, Carlos Alonso, Orlando Pardo, Leonor Rigau, Miguel Ángel Sugo, Marcelo Santángelo, Irene Pepa, Elio Mirrado, Alberto Moscatelli, José Bermúdez y el renombrado artista hispano-argentino Enrique Sobisch.
Durante su primer período en Mendoza, desde 1941 a 1949, Lorenzo Domínguez creó algunas de sus principales obras escultóricas.
Otros dos monumentos están dedicados "A Leandro N. Alem", un famoso político argentino de ideales democráticos y antiautoritarios que en 1891 fundó el partido político más antiguo de la Argentina, la Unión Cívica Radical.
Además de estas obras en piedra, Lorenzo Domínguez completó esculturas en otros materiales.
Un importante trabajo en yeso es "La Casada", una figura femenina de gran tamaño que el artista hizo en Mendoza y luego llevó consigo a Tucumán en 1949.
Durante este primer período en Mendoza, Lorenzo Domínguez completó un "Cristo" en madera policromada y dorada.
Esta escultura, así como algunos dibujos sobre este mismo tema que el artista realizó durante su segundo período mendocino, es una potente denuncia de los bombardeos fascistas y nazis llevados a cabo durante la Guerra Civil Española y un símbolo de los sufrimientos provocados por la guerra.
Entre ellos, el más importante es "Al Dr. Miguel Lillo", o "La Flora" y "La Fauna", con sus dos desnudos femeninos en piedra que alcanzan casi los tres metros de altura.
Desde 1949 a 1956, Lorenzo Domínguez realizó algunas importantes esculturas en piedra: "El Negro Boxeador" en piedra azul; "Leonor", un retrato de la artista Leonor Rigau en granito negro; "La Señorita"; "María Coya"; "María Rosa"; "Federica", un segundo retrato de su hija; y "Jeroglífico del Tiempo", un relieve de gran tamaño en piedra roja.
"La Antártida Argentina" es una obra simbólica que representa una figura femenina vestida con botas y pesadas ropas de cuero, con un león marino a su lado.
En Tucumán, Lorenzo Domínguez desarrolló y dominó su técnica para realizar grandes planchas de hierro o cobre batido.
Domínguez dibujaba sólo desnudos femeninos, que varían desde el realismo a la estilización.
La escultura que figura en el dibujo es una obra del propio Lorenzo Domínguez, "Barcelona", un homenaje a las víctimas de los bombardeos.
Después de la llegada del artista en 1956, algunos de sus antiguos discípulos volvieron a incorporarse a su taller, pero también llegaron nuevos alumnos: Carmen Gracia, Mónica Wasmuth, Claudia Zanettini, Chipo Céspedes, Juan Antonio García, Teresa Larrañaga Domínguez, Matías Vial, y Eliana Molinelli.
En 1960, año en que Domínguez comenzó su viaje, el problema de las grandes distancias era particularmente grave, ya que aún no se habían establecido los viajes aéreos entre la Isla y Chile continental.
La única comunicación regular era un buque de la Marina Chilena que viajaba hasta la Isla solamente una vez al año, siempre en el mes de enero, permaneciendo allí por diez o quince días, de modo que los viajeros que no regresaban inmediatamente al continente con este mismo barco estaban obligados a permanecer en la Isla por el resto del año.
Parragué le permitió a Lorenzo Domínguez reservar un asiento en su avión, con lo que el artista se convirtió en uno de los dos primeros pasajeros que viajarían desde la Isla de Pascua hacia Chile.
Estas obras han sido descriptas y fotografiadas en el Catálogo General de 1998.
Con aproximadamente noventa fotografías en blanco y negro, muchas de ellas realizadas por el artista.
Con aproximadamente noventa fotografías en blanco y negro, muchas de ellas realizadas por el artista.