El armamento aplastado se distribuyó entre varios artistas para que lo reconvirtieran en esculturas.
[4] La obra se expuso en 2003 como una gigantografía en la Reunión Cumbre de la ONU en Nueva York.
Su última muestra fue en octubre de 2003 en la galería RoArt junto al artista Carlos Alonso.
Eliana fue una artista que nunca perdió su vitalidad, su energía y optimismo.
Durante sus últimos meses de vida, y desde la cama, siguió trabajando con dedicación en acuarelas y frottages, otorgándole al papel la fortaleza que sostuvo hasta su último aliento de vida.