[1] En el siglo XXI Apuleyo es reinvidicado como una gloria nacional en Argelia, y en algunos casos se insiste en su identidad amazigh.
Las dos figuras más conocidas son el historiador e hispanista Al Maqqari (1578-1632), oriundo de Tlemcen, e Ibn Jaldún (1332-1406) que, si bien nació en Túnez y recorrió el mundo árabe, compuso su famosa Muqaddima en Frenda, cerca de Tiaret.
A la hora de redactar documentos escritos importantes, los bereberes siempre han recurrido a las lenguas de los pueblos dominantes con los que estaban en contacto: el púnico, el latín, el árabe, y siglos más tarde el francés.
Los autores árabes sin embargo atestiguan la existencia de escritos religiosos, históricos y científicos en lenguas bereberes durante toda la Alta Edad Media magrebí, e Ibn Jaldún describe una rica literatura bereber.
Pero aquellas tentativas no se mantuvieron ni dieron lugar a una verdadera tradición escrita.
La poesía del Emir Abdelkader es la muestra más típica de este género literario muy arraigado en la sociedad argelina tradicional.
[6] Las primeras novelas argelinas aparecieron a principios del siglo XX, en el marco de la literatura colonial.
Su precursor fue Ahmed Reda Houhou (1911-1956), que publicó en 1947 La Belle de La Mecque, primera novela argelina escrita en árabe.
Entre estos autores destacan Rabah Belamri, Rachid Mimouni y Tahar Djaout (1954-1993), asesinado en 1993.
[10] La tensión social permanece muy presente en la literatura argelina del siglo XXI;[10] con la entrada en este siglo, nuevos autores francófonos han sabido imponerse en el escenario cultural argelino y a nivel internacional por la calidad de sus escritos y los temas de actualidad que se han abordado en sus obras.