Su primera novela, Houria, la acaba en 1973, pero no será publicada hasta once años más tarde, en 1984.
En 1989, después de haber publicado seis obras con su nombre real, decide refugiarse bajo un seudónimo para evitar la autocensura que ha marcado sus primeras novelas y poder adentrarse con mayor libertad en la recreación de la Argelia de su tiempo, marcada por el antagonismo entre el gubernamental FLN y el FIS islamista, que pronto dará lugar a una auténtica guerra civil en la que Moulessehoul combate como miembro de las fuerzas armadas.
La obra que le da fama mundial (realmente a su seudónimo, que el público supone nombre de una mujer argelina) es Morituri, publicada en París en 1997, a la que siguen otras también publicadas en Francia que se adentran en la crisis argelina: el paro, la corrupción, el islamismo, las diferencias sociales, la ausencia de libertades, la ausencia de perspectivas, el terrorismo, la represión...
Yasmina Khadra contará en una novela, El escritor (2001), los detalles de su vida como escritor dentro del ejército, mientras que en La impostura de las palabras (2002) se enfrentará a todas las acusaciones que se le hacen.
No es menos cierto que de haber estado escrita en árabe, la obra de Yasmina Khadra no habría tenido ni mucho menos la proyección internacional que ha logrado.