[2] A mediados de 1970, el reconocido guionista Abel Santa Cruz estaba haciendo una película con Palito Ortega y Ángel Magaña, La familia hippie, dirigida por Enrique Carreras.
Como Santa Cruz era esposo de la actriz mendocina Elcira Olivera Garcés, en una visita familiar comentaron que no encontraban una chica «gordita y especial».
[6] En realidad, siempre le gustó escribir y lo hacía como ejercicio pero sin interés en publicar esos escritos.
[6][8] Su carrera como guionista fue creciendo rápidamente y algunas ofertas de contratos en el exterior la obligaron a radicarse en los Estados Unidos durante cinco años.
En Nueva York ganó los premios ACE y Hola, por Reflejos en el agua, de Alberto Borla.