Saltó a la fama en la década de 1970, tras haber coprotagonizado con Mirtha Legrand la obra teatral 40 kilates.
En los años setenta participó de películas taquilleras como Mi amigo Luis junto a Luis Sandrini, y su fuerte se generó en la pantalla chica simbolizando al galán de esos años, en telenovelas como Pobre diabla y Piel naranja.
Tiempo después viajó a Venezuela para protagonizar Rafaela y María del Mar ambas con la actriz venezolana Chelo Rodríguez, así como las telenovelas Penélope y Rosa de la calle, compartiendo créditos esta vez con Amanda Gutiérrez.
En 2007 actuó en la obra Los monstruos sagrados de Jean Cocteau, junto a Graciela Martinelli y Claudia Lapacó.
La práctica se interrumpió definitivamente por el cambio de actitud en la sociedad con respecto al abuso físico dentro del seno familiar.