Liga Amateur de Jalisco

Para 1910 la Revolución Mexicana estalló, esto trajo problemas que repercutieron de manera directa en la organización del torneo.

Mientras que la liga separatista fue disputada por Nacional, Marte, Alianza y Latino, quienes al carecer de campo oficial pasaron a efectuar su torneo en los terrenos de la colonia Villaseñor, en el campo «Favorita», inaugurado por el Necaxa y el Nacional, pero las escasas entradas provocadas por la gira que realizó el Real Club España en tierras tapatías, hicieron que la liga separatista buscara de nuevo la unión.

El distanciamiento fue liquidado creándose un cuerpo directivo controlador del fútbol en todas sus categorías al que se denominó «Federación Deportiva Occidental», presidido por el señor Carlos M. Collignon.

La sesión para constituir dicha institución, se llevó a cabo en el salón de sesiones del Club Deportivo Guadalajara, S.C.J., y la primera directiva quedó estructurada con Carlos M. Collignon como presidente, J. Valente Quevedo como vicepresidente, Salvador Mejía como secretario, Manuel Amador como subsecretario, Ludovico Lambert como tesorero, Ramón J. Fregoso como subtesorero, y como vocales Juan Satrústegui, Alfredo Amézaga, Nicéforo López, Felipe Martínez Sándoval, Marcelo Bec y Juan Verea.

Para 1933 la liga de Jalisco se había convertido en una de las más fuertes del país, en ese entonces la liga se encontraba afiliada a la «Federación Deportiva Jalisciense de Aficionados» y participaban en ella nueve equipos agrupados en dos categorías; en la categoría "A" competían Atlas, Guadalajara, Latino, Nacional y Marte, mientras que en la categoría "B" jugaban Oro, Colón, Oriente e Imperio.

El último presidente de la federación bajo esta denominación, fue J. Jesús Mendoza, mientras que el secretario fue Donato Soltero.

El oficio fue enviado por el entonces presidente del Oro, Javier Ramírez García, firmándolo también el secretario señor J. Jesús Serratos.

Al no aceptar los electricistas dicha invitación, la delegación áurea se puso en contracto con la Liga Mayor Profesional, arguyendo tener una magnífica cancha propia y además el dinero necesario para gastos.

Los delegados del Rastro, Nacional, Imperio, Fabril y Atlético Latino, al ver que la sanción estaba fuera de los estatutos, acordaron separarse de la agrupación y solidarizarse con los oblatenses, propiciándose el segundo cisma del fútbol tapatío.

El 20 de septiembre finalizó el campeonato, el Oro obtuvo el título venciendo al Rastro por cuatro goles a uno.

Así mismo, más tarde en la década de los 1940s surgieron otros equipos como el SUTAJ, Electro Chapala y el Rastro.