La Liga Acarnania (en griego antiguo: τὸ κοινὸν τῶν Ἁκαρνάνων, a koinon tōn Akarnanōn)[1] fue la confederación tribal, y más tarde una federación de pleno derecho (koinón), de los acarnanios en la Grecia clásica, helenística y de la primera época romana.
[1] Una asamblea de representantes se reunía en Estrato, teniendo también el poder de negociar tratados con otros estados, existía un tribunal supremo en Olpas) (en común con los anfiloquios), y había una moneda y un culto comunes, pero no había funcionarios federales ni una política exterior común.
[5] Tras la muerte de Pirro, en torno al año 270 a. C., los acarnanios y los etolios resolvieron sus diferencias, acordando el río Aqueloo como frontera mutua, y concluyeron una alianza perpetua.
[5] Sin embargo, según Polibio, poco después los etolios se aliaron con el hijo de Pirro, Alejandro II de Epiro, e invadieron Acarnania, dividiendo el país entre ellos: la parte norte con Léucade fue para Epiro, y el sur se incorporó a la Liga Etolia.
Este éxito no duró mucho tiempo: en la primera guerra macedónica (214-205 a. C.), Eníadas se perdió de nuevo, y en la segunda guerra macedónica (200-197 a. C.) los acarnanios se vieron obligados a capitular ante la República romana, que sin embargo los dejó con sus posesiones y libres para gobernarse a sí mismos.