Es especialmente conocido por ser el inventor de los golígonos, las sentencias autoenumerables y los cuadrados geomágicos.[4] Este último invento llamó la atención del matemático Peter Cameron, quien ha dicho que cree que "una estructura aún más profunda puede estar oculta más allá de los cuadrados geomágicos".[5] En "El teorema perdido", publicado en 1997, demostró que cada cuadrado mágico de 3 × 3 está asociado a un paralelogramo único en el plano complejo, un descubrimiento que había escapado a todos los investigadores anteriores desde la antigüedad hasta nuestros días.Los conocimientos adquiridos gracias a su interés por la radio de onda corta le permitieron encontrar trabajo como técnico en la industria electrónica.En 1970 se trasladó a Nimega (Países Bajos), donde trabajó hasta el año 2009 como ingeniero electrónico en la Universidad Radboud.