Lechera, como recipiente, denomina a un conjunto de vasijas para transportar la leche, de muy diversa morfología y tamaño, aunque por lo general de forma cónica o cilíndrica.[1] También se llamó así a las cántaras de leche.[6] o la sella,[7] común desde Galicia al conjunto etnográfico de los valles pirenaicos, tanto en España como en Francia.[5] Tradicionalmente, la leche se recogía y distribuía en baldes con o sin tapa y un asa u otros tipos de recipientes abiertos, como los cántaros que transportaban las mujeres sobre la cabeza o los animales de carga en sus acémilas; o bien se llevaban en cubos pendiendo de los extremos de un tipo ligero de yugo de madera.Con la industrialización de la agricultura y el ferrocarril, los productores lácteos diseñaron diversos modelos de barriles, pequeños toneles y similares recipientes cilíndricos con capacidad para unos 65 litros, que a partir de la década de 1850 se fueron sustituyendo por contenedores metálicos.
Recipientes de la alfarería tradicional española usados para ordeñar, almacenar, conservar o tratar leche de cabra, oveja y ganado mayor, y sus derivados: suero, queso, requesón, nata, etc. De izq. a dcha: herrada de
Lloseta
(Mallorca), jarro de ordeño de
Segorbe
(Castellón), y
quesera
asturiana, alfarería negra de
Llamas del Mouro
(
Cangas de Narcea
).