Asimismo la influencia de la cercana Olérdola durante los siglos V a. C. al II a. C. hace pensar en asentamientos más o menos permanentes.
En el siglo I a. C. el emperador César Augusto concede la capitalidad de la Hispania Citerior a la ciudad de Tarraco (Tarragona), mejorando la vieja Vía Hercúlea que fue renombrada como Vía Augusta en su honor.
Existentes importantes vestigios de esta época en Las Guñolas: una torre romana y un miliario anepigráfico (en propiedad particular).
Se sabe que entre los siglos XI y XIII existía un vínculo entre el monasterio de San Sebastián dels Gorgs (fundado por Mir Geribert) y Las Guñolas ya que el monasterio tenía posesiones en Las Guñolas.
A mediados del siglo XII hacen su aparición en Las Guñolas los templarios, que, en terrenos cedidos del castillo de Avinyó, construyen una casa con funciones hospitalarias, conocida actualmente como Cal Candi y situada junto a la iglesia actual erigida en el lugar que ocupó la original templaria.
Nace el comú d’Avinyonet cuyo conseller en cap o alcalde era elegido de entre una terna, por nombramiento.
También la construcción de nueva la iglesia parroquial, fechada en 1776 indica que el culto tenía suficiente importancia.
Entre 1889 y 1900 la mayoría de cepas ya habían sido replantados con el llamado pie americano resistente a la plaga.
En 1976 una serie de jóvenes, que habían estado interpretando la obra teatral navideña Els Pastorets en el local parroquial, toman la iniciativa de trasladar la obra al aire libre, escenificando cuadros en un recorrido por el casco antiguo.
En él participan más de 150 personas y prácticamente todas las familias tienen actores o figurantes en la obra.
El rotundo éxito de participación animó a seguir celebrando la prueba en los años siguientes.
La población siempre ha sido una entusiasta de este deporte y sus habitantes han colaborado en masa durante las celebraciones.