Dicho ejército derrotó a las tropas inglesas de John Campbell, logrando una victoria decisiva.
Siendo la Jamaica británica la más importante colonia británica del Caribe, Gálvez se dispuso a organizar un desembarco sobre la isla y sumarla a los territorios bajo soberanía española, pero en mitad de los preparativos, lo sorprendió el fin de la guerra.
La disputa duró algunos años y, en 1795, en virtud del Tratado de San Lorenzo los españoles terminaron reconociendo la frontera en ese paralelo.
Bajo las órdenes del corsario francés Luis Aury, se organizó una flotilla e incorporó la isla a la república revolucionaria de México (que todavía no había logrado independizarse de España), militarizando la costa ante una inevitable invasión española desde La Habana.
En septiembre de 1817, un gran despliegue militar estadounidense apoyado con tropas españolas procedentes de La Habana desembarcó en Amelia para someter Fernandina a sangre y fuego, apresando a las autoridades que defendían la insurgencia.
Después de que este fuera detenido, los seminolas entablaron negociaciones y pactaron una tregua en 1837.