El lago mismo ocupa una posición similar a las de las lagunas Miscanti y Miñiques.
[7] Los vientos a veces crean espuma en la superficie del lago y la empujan hacia las orillas.
La presencia de sus conchas en los sedimentos lacustres se ha utilizado para reconstruir la historia del lago, incluida su salinidad.
[7] También se encuentran crustáceos en el lago Lejía, como especies de Alona, Diacyclops andinus, Harpacticoida y Macrothrix palearis,[5] así como moscas quironómidas.
[12] Se han encontrado artefactos arqueológicos del período arcaico en una terraza superior del lago, lo que indicaría que antiguos cazadores se dirigían al lago Lejía en ese momento.