Lesa majestad
Lesa majestad (del latín Laesa maiestas o Laesae maiestatis, fig.Prodition era la traición interior o las conspiraciones contra el Estado e incluía las reuniones sediciosas nocturnas.Perduelion era la traición exterior o inteligencia con el enemigo y también incluía entregarle sus ciudadanos.Según Tacito, en tiempos de la República Romana había una ley senatorial que especificaba los delitos de lesa majestad, e imponía pena capital, para cuatro supuestos en contra de la dignidad de Roma:[5] Fuentes romanas la encuentran también legislada con Sila y en los reinados siguientes a la república romana tardía, con César, César Augusto y con Tiberio alrededor del año 15 d. C.[6] La ley Julia dada por César castiga todo hecho cometido directamente contra la seguridad del estado o la majestad del emperador ad juliam majestatem, pero redujo esta pena a interdicción o veto del uso del agua y del fuego, esto suponía el destierro.[7] Aunque legalmente el princeps civitatis (su título oficial, llamado el 'primer ciudadano') nunca se convirtió en un soberano, pues la república nunca se abolió, los emperadores tenían que ser deificados como "divos", primero post mortem y al final aun reinando por lo que gozaban de la protección legal por parte del culto imperial del estado ya que era Pontifex Maximus.[8] A principios de la Edad Media, Justiniano compila el Corpus iuris civilis y bajo este título «Ad legem Juliam magestatis» inaugura en el tratado sobre los juicios públicos la llamada Julia magestatis, clasifica la «lesa majestad» con dos matices: crimen directo contra el estado «perduellionis», o «in specie», y a este se le define como indirecto, «cuando alguno indirectamente perjudica al soberano o al estado», como sucede cuando se acuña moneda falsa.Con origen en los reinos germánicos se presenta esta locución como una figura jurídica medieval nueva, quasi equivalente, la ira regis o ira del rey, similar a la antigua figura de la traición y el reverso jurídico de la pax regis.