Emperador romano

A pesar de la popularidad actual del título, el primero en ostentarlo realmente fue Miguel I Rangabé a principios del siglo IX, cuando se hizo llamar Basileus Rhomaion (‘emperador de los romanos’).Los emperadores continuaban siendo elegidos regularmente como cónsules y como censores, manteniendo así la tradición republicana.Sin embargo, estos cargos solo proporcionaban prestigio (dignitas) a la persona del Emperador.Por analogía, y en términos modernos, estos primeros emperadores podrían ser considerados como jefes de Estado.Los últimos emperadores usaron la fórmula Imperator Caesar NN Pius Felix (Invictus) Augustus, donde NN era el nombre individual del emperador de turno, Pius Felix significaba 'piadoso y bendito', e Invictus tenía el sentido de 'nunca derrotado'.Tomando como referencia la traducción al español de la palabra latina Imperator, Julio César habría sido emperador, como muchos otros generales romanos antes que él.Julio César recorrió una parte considerable del camino en esta dirección, ostentando los cargos republicanos de cónsul (4 veces) y dictador (5 veces); consiguiendo ser nombrado «dictador vitalicio» (dictator perpetuus) en el 45 a C. También había sido Pontífice Máximo durante varias décadas, y preparó su futura deificación (iniciando el llamado Culto Imperial).Aunque fue el último dictador de la República, Julio César murió muchos años antes del colapso final de las instituciones tradicionales republicanas que dieron paso al sistema que los historiadores modernos llamaron Principado.Fue proclamado Augusto, pero este es considerado un sobrenombre o un adjetivo ("aumentador") más que un título.Incluso Tiberio siguió a grandes rasgos manteniendo inalterado el sistema de gobierno republicano.Los historiadores de los primeros siglos tuvieron más en cuenta la continuidad: si existió una «monarquía sin reyes» hereditaria tras la República, esta habría comenzado con Julio César.En este sentido, Suetonio escribió las Vidas de los Doce Césares, compilando los emperadores desde Julio César e incluyendo a la dinastía Flavia (tras la muerte de Nerón, el nombre heredado ‘César’ se convirtió en un título).En libros de historia más recientes, sin embargo, se apunta que inmediatamente después del asesinato de Julio César, el Estado romano había vuelto en todos los aspectos a la República, y que el Segundo Triunvirato difícilmente podría ser considerado una monarquía.Estas tesis, ampliamente seguidas, ven a Augusto como el primer emperador en un sentido estricto, y se dice que se convirtió en tal cuando «restauró» el poder al Senado y al pueblo, acto que en sí mismo fue una demostración de su auctoritas, tras lo cual recibió el nombre de «Augusto» el 16 de enero del 27 a C. Aunque estos son los cargos, títulos y atribuciones más comunes, se debe tener en cuenta que no todos los emperadores romanos hicieron uso de ellos, y que en caso de hacerlo, posiblemente no los usaban al mismo tiempo.Aunque estos poderes otorgaban al emperador una gran dignidad e influencia, en realidad no incluían por sí mismos ninguna autoridad legal.El imperium maius le daba al emperador autoridad sobre todos los gobernadores de las provincias romanas, convirtiéndole en la máxima autoridad en los asuntos provinciales y dándole el mando supremo de todas las legiones romanas.[1]​ Todavía en vida de Julio César, este consintió en la erección de una estatua a cuyo pie rezaba la inscripción Deo invicto (en español, «Al dios invencible») en el 44 a C. El mismo año se hizo nombrar dictador vitalicio.Después de su muerte lo colocaron entre los demás dioses y le dedicaron un santuario en el foro.El heredero de César, Augusto, hizo construir un templo en Roma dedicado al «Divino Julio» (Divus Iulius).En esta ocasión el templo se erigió en Britania, tras la conquista de este territorio por Claudio.[4]​ Frecuentemente, los emperadores fallecidos durante este período fueron objeto de adoración, al menos, aquellos que no fueron tan impopulares para sus súbditos.Una famosa cita atribuida a Vespasiano en su lecho de muerte dice que sus últimas palabras, proferidas en tono irónico, fueron: Vae... puto deus fio!Nerva, anciano y sin hijos, adoptó a Trajano, ajeno a su familia, y le nombró su heredero.Cuando Trajano accedió al trono imperial, siguió el ejemplo de su predecesor, adoptando a Adriano como heredero, lo que se convirtió en una práctica habitual en la sucesión del Imperio durante el siguiente siglo, dando origen a la época de «los cinco emperadores buenos», el periodo de mayor estabilidad y prosperidad de la historia del Imperio romano.Esta dinastía, a excepción del periodo 217-218, ostentó la púrpura hasta el año 235.Además, fue la primera vez que un hombre alcanzaba la púrpura basándose únicamente en su trayectoria militar.Nunca durante su reinado visitó Roma, y dio origen a una serie de «emperadores cuarteleros», provenientes todos ellos del Ejército.Constantino mantuvo Oriente para sí mismo y refundó la ciudad de Constantinopla como su nueva capital.Tras la caída del Imperio bizantino, los zares rusos reclamaron los títulos de Imperator y Autocrátor, que usarían hasta el fin del Imperio ruso en 1917; por su parte, los sultanes otomanos se consideraron herederos del Imperio hasta su caída en el 1922, pues a Mehmed II al conquistar Constantinopla se proclamó César de los Romanos.El papa lo coronó como "Imperator Romanorum" en Roma, título que se conservaría por los siguientes mil años.Carlomagno y sus descendientes francos son llamados frecuentemente Emperadores de Occidente,[cita requerida] e incluso cuando la desintegración del Imperio carolingio era ya patente, el título se conservó para la línea primogénita de la familia.
Áureo de César Augusto , primer emperador romano.
Deificación de Julio César en un grabado de la Edad Media . La elevación a la categoría de divinidad de los gobernantes romanos fue uno más de los elementos que contribuyeron a la creación de la figura imperial en un largo proceso no delimitado con claridad.
Aspecto actual del Foro de Roma ; durante siglos, el centro geográfico del poder político del Imperio.
Francisco II , último monarca en portar el título de «Emperador romano».