Historia de Roma

Nacida como una humilde ciudad-Estado, Roma aprovechó al máximo sus ventajas geográficas, sus fortalezas políticas, sociales, económicas y militares, expandiéndose territorialmente fuera del Lacio.

La tradición clásica expresa que la ciudad se fundó en el 753 a. C. a orillas del río Tíber por personajes legendarios hijos de Rea Silvia y el dios Marte; estos dos niños varones, fueron abandonados a orillas del río Tíber, donde fueron amamantados por una loba llamada Luperca (loba capitolina, símbolo de Roma) y luego criados por unos pastores que los tomaron como hijos propios.

[4]​ La administración ejecutiva quedó dotada de imperium o poder omnímodo, el cual tenía un origen religioso que arrancaba del propio dios Júpiter.

Los plebeyos, que en un comienzo eran de origen extranjero, se dedicaban a la artesanía, la agricultura, el comercio y los servicios en general, no tenían derechos cívicos.

Este primer "saco de Roma" tuvo como consecuencia la reorganización del ejército, lo que permitió al Estado romano reiniciar su política expansionista en breve.

La religión romana antigua se basó en la creencia en una deidad superior -Júpiter- y en otras menores (Marte, Juno, Quirino, Minerva, etc.) agrupados en tríadas según la época (al principio: Júpiter-Marte-Quirino; después, Júpiter-Juno-Minerva).

En la práctica, los comicios se habían transformado en una asamblea corrupta formada por los proletarios de Roma que vendían su voto al mejor postor.

No tardaría en estallar una última guerra civil en la cual venció el general Octavio sobre su rival Antonio en la decisiva batalla de Accio (31 a. C.).

Adriano (s. II d. C.) estabilizó las fronteras y su gestión se caracterizó por las grandes obras públicas (ej: el muro que lleva su nombre en Britania).

En los dos siglos que siguieron a la muerte de Augusto el Imperio realizó una intensa labor civilizadora, especialmente sobre las provincias occidentales (Galia, Britania, Hispania).

La cultura romana ya no quedó limitada a Roma e Italia , sino que se extendió hasta las más lejanas provincias fronterizas.

Las innumerables ciudades del imperio, fuese las conquistadas o las fundadas por Roma, fueron el semillero de una activa burguesía (los caballeros u orden ecuestre) y cuyos dirigentes solían obtener la ciudadanía romana; los más importantes entraban al Senado.

El orden ecuestre siguió aumentando en número e importancia hasta, a finales del Bajo Imperio, hacerse prácticamente indistinguible de la aristocracia.

En lo político el trono imperial se desestabiliza, pues la mayoría de los emperadores fueron asesinados o muertos en revoluciones y guerras externas.

ej., es legendaria la manera en que el papa León I logró detener a Atila, quien se encaminaba hacia una Roma inerme, al frente de sus ejércitos hunos).

Los principios fundamentales del Derecho Romano poseen valor universal y se han incorporado a la legislación de todos los pueblos civilizados.

Al final, Belisario manda expulsar las "bocas inútiles", los hambrientos que piden la rendición o una tregua, quienes no volverán jamás.

Demás está decir que este nuevo “Imperio Romano Occidental”, si bien era cristiano, distaba mucho del extinguido en el año 476.

Jugó un rol importante en la Baja Edad Media al expandir la civilización occidental por el norte, este y centro de Europa.

Su población apenas alcanzaba los 17 000 habitantes a mediados del siglo XIV, el punto demográfico más bajo de su historia medieval.

Al año siguiente, un espantoso terremoto provocó graves daños y terminó por arruinar los antiguos edificios que habían sobrevivido a la invasión de los normandos (p.

Previamente, el cardenal Gil de Albornoz había puesto orden en la ciudad, arrinconando al movimiento comunal y apoyándose en la aristocracia.

A finalizar la Edad Media Roma se convertirá también, gracias al mecenazgo papal, en uno de los principales centros del nuevo movimiento cultural y artístico que los historiadores han denominado “Renacimiento”.

A fines del siglo XVI trabajó Domenico Fontana, reordenando áreas urbanas al construir amplias avenidas que unían diversos espacios y monumentos religiosos.

A comienzos del siglo XVI (el Cinquecento) llegó Leonardo Da Vinci, Rafael, Miguel Ángel, Andrea y Iacopo Sansovino, Peruzzi.

Algunos meses más tarde, el emperador Carlos liberó al papa, previo pago de un jugoso rescate, y lo confirmó en su jefatura sobre los Estados Pontificios.

Ya en una primera etapa había autorizado la formación de nuevas órdenes religiosas, las que resultarían clave en la lucha contra el protestantismo: jesuitas, capuchinos, teatinos, ursulinas, etc.

La población sube de los cien mil habitantes y Roma se convierte en la hermosa ciudad que conoce nuestra época Contemporánea.

El pontífice romano recuperó, gracias a la acción del Congreso de Viena, su soberanía absolutista sobre Roma y los Estados Pontificios.

Tras intensas negociaciones, en que participó la Santa Sede, Roma fue declarada “Ciudad abierta” (agosto de 1943) por las autoridades nazis, retirándose, posteriormente, los alemanes más al norte.

Planta medieval de Roma .
El Coliseo romano. Una de las Nuevas maravillas del mundo .
Una muralla serviana , parte de las primeras murallas romanas.