La siesta de un fauno (ballet)

Nijinski creó el papel del Fauno rodeado de siete ninfas encabezadas por Lydia Nelídova.

[1]​ En una tarde de verano, un Fauno sestea tocando la flauta y observa indolente desde su atalaya a las ninfas que han salido del bosque a tomar un baño.

El Fauno se acerca a las ninfas y estas huyen asustadas.

Pero esta libertad, que en la opinión de algunos (entre ellos el mismo Debussy)[5]​ no hacía justicia a la música, fue bien aceptado por el público del estreno, como también aceptó que las ninfas llevaran túnicas sueltas y sandalias y que el Fauno apareciera medio desnudo con unas mallas color carne cubiertas con grandes manchas oscuras.

[6]​ La voz más escandalizada por este "erotismo bestial" fue la del director del diario Le Figaro, Gaston Calmette, que con su crítica estridente desencadenó una verdadera batalla de principios en la que participaron artistas como el escultor Rodin, el pintor Odilon Redon y otros defensores de la libertad artística.

Nelídova y Nijinski en La siesta de un fauno ; foto de Adolf de Meyer, 1912
Nijinski en "La siesta de un fauno" por George Barbier, 1913