La doctrina de los ciclos

En este ensayo Borges supone una "refutación" del Eterno Retorno propuesto por Nietzsche.La noción de este último, según la cual el universo estaría compuesto por puntos infinitos, no permitiría ningún Retorno, ni del tipo estoico o platónico, ni del nietzscheano.Borges se detiene en la naturaleza del concepto matemático de proporción tratando de quitar la relación que hace dependientes las cifras que comparten dicha proporción.Acto seguido, se anularía la complejidad y jerarquización del todo en relación con la parte.En este ejercicio reducido, aparentemente, a números, el cociente de la unidad por su doble representa la división, e incluso la comprensión humana, del espacio.
Borges en 1976