Parece que el concepto de omnisciencia es contradictorio.
Sin embargo esta supuesta objeción se puede deshacer fácilmente: el conocimiento no se crea, sino que existe en la "mente" de Dios desde toda la eternidad.
Además presupone que Dios "adquiere" conocimientos a la manera humana, hipótesis que no se compadece con el concepto aristotélico de Acto Puro y Motor Inmóvil.
Según la Biblia, específicamente el libro del profeta Isaías, capítulo 55:9: "Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos".
Lo anterior, de acuerdo con algunas opiniones,[cita requerida] sugiere que el hombre nunca podrá entender la total soberanía que tiene el conocimiento de Dios, porque se convierte en locura para él; sin embargo, esto caería en una falacia del alegato especial.