La película narra la historia de Bernadette Soubirous, pastora francesa a quien se apareció la Virgen María en Lourdes en 1858.
El escepticismo inicial con que fue recibida la noticia cambió no solo por las curaciones inexplicables al beber del agua de un manantial que brotó al excavar la niña el suelo con sus propias manos, sino también porque el párroco preguntó cuál era el nombre de la dama que decía ver Bernadette, a lo cual su contestación fue que su nombre era la Inmaculada Concepción cuestión teológica muy discutida en ese momento en Roma y fuera del conocimiento de una pastora analfabeta.
La película al final narra el arrepentimiento de la Superiora por el sufrimiento causado a Bernadette, y el momento de su muerte en 1879, en el que dice: "Es ella, qué hermosa es, yo la vi ".
Fue proclamada santa en 1933 por el papa Pío XI, diez años antes de rodarse este film hagiográfico.
La película, además obtuvo otros tres Oscar, y fue nominada a ocho más.