Su desarrollo corrió en paralelo a las vicisitudes del partido al que respaldo.
Tan así que, durante los días 14 al 17 de octubre, La Tribuna anunciaba el triunfo aprista.
[6] La siguiente etapa legal coincidió con el gobierno de José Luis Bustamante y Rivero, que llegó al poder apoyado por los votos de los apristas, aunque luego estos desencadenaron una radical oposición a dicho gobierno.
[7] Por su parte, Bustamante, en su libro Tres años de lucha por la democracia en el Perú, ha señalado el papel, para él nefasto, que desempeñaron La Tribuna y otros periódicos apristas, y remite a sus colecciones donde sostiene: «cualquier lector imparcial podrá descubrir toda la dosis de veneno almacenada en esa tinta de cloaca, todo el desprecio por la verdad que hacían gala sus columnas, adulterando hechos y falseando informaciones».
Según Luis Alberto Sánchez «La Tribuna cumplió una labor educativa y, naturalmente, de coordinación entre los militantes que eran perseguidos por sus ex aliados del gobierno de José Luis Bustamante y Rivero».