Anexo:LIII Legislatura del Congreso del Estado de Puebla

De los siguientes presidentes del Congreso, dos también fueron asignados al cargo por la vía de la representación proporcional (en la LIV Legislatura en la primera mitad del período, el Abogado Héctor Jiménez y Meneses, y en la LVI, en la primera mitad del período, el Doctor en Economía Rafael Moreno Valle y Rosas).

Los hechos que hacen pensar en esta situación son los siguientes: En este contexto, y aunque se repitió el mismo fenómeno en las elecciones locales de 2002, la LIII Legislatura ha sido considerada como la más competitiva y reñida en la historia del Congreso Poblano.

Una fuente lo consignaba así: “Aunque la mayoría del PRI es significativa respecto a los otros grupos parlamentarios, lo cual le permite márgenes de libertad para la aprobación de iniciativas, el peso global de los partidos minoritarios, en tanto que posible bloque opositor (17 diputados frente a los 22 del PRI) no es despreciable y puede constituir un contrapeso importante en el campo de la negociación política.

Así, las votaciones en pleno se vuelven reñidas y muy competidas, lo que obliga al PRI a mantener su cohesión interna y la presencia de todos sus legisladores, pues de ellos depende que sus proyectos se logren tras vencer a la poderosa coalición PAN-PRD-PT”[1]​ Además del peso global del bloque opositor, el PAN y el PRD tuvieron entre sus legisladores a respetables gladiadores ideológicos que, en su momento, dieron batalla legislativa al PRI y presentaron numerosas iniciativas al Congreso.

En la siguiente legislatura el PRI recuperaría prácticamente el dominio del Congreso, pero, definitivamente, la forma de hacer política en la entidad ya había cambiado.