Léxico del español

Además, la ya mencionada época musulmana dio paso a la adopción de numerosos arabismos.En morfología, cabe apuntar que viene del árabe el sufijo -í de gentilismos tales como ceutí o israelí.Durante el siglo XVI se introdujeron numerosos italianismos referentes a las artes, pero también gran número de palabras indígenas o americanismos, referentes a plantas, costumbres o fenómenos naturales propios de esas tierras, como batata, papa, yuca, cacique, hamaca, huracán, cacao, chocolate; procedentes del náhuatl, las lenguas mayenses, las lenguas arahuacas (primordialmente el taíno) y el quechua.En el XVIII, galicismos o palabras tomadas del francés referentes sobre todo a la moda, la cocina y la burocracia: puré, tisú, menú, peluquín, maniquí, restorán/restaurante, buró, carné, gala, bricolaje.En el XX se acentuó muchísimo la presión del inglés en los campos de la tecnología, la informática, la ciencia y el deporte: set, penalti, fútbol, e-mail, Internet, software.No obstante, la mayor parte de las palabras provenientes del checo son sustantivos epónimos.El latín vulgar es una variedad de latín menos arcaizante y resultado de numerosos cambios fonéticos y cambios morfológicos, que poco a poco dieron lugar a las lenguas romances (también llamadas lenguas románicas o neolatinas).Los tres primeros grupos se caracterizan por la retención de las vocales latinas finales átonas (que en aragonés y catalán frecuentemente caen).Estos préstamos se agrupan comúnmente por su origen filogenético y proceden de al menos tres fuentes identificables: el íbero, las lenguas hispanoceltas, el euskera, etc. A estas podrían añadirse otras lenguas paleohispánicas pero no conocemos adecuadamente su léxico para saber el origen preciso de determinadas palabra prerromanas, diferentes del euskera y el hispanocéltico.Algunas de ellas pueden tener origen vasco, como algunos topónimos (Aranjuez, etc.), que en realidad pueden haberse transmitido a través del íbero, idioma quizá emparentado.Además hay muchos topónimos de origen árabe (Guadiana, Guadalquivir, Alhambra, Albacete, Almadén, Algeciras...) y no pocos antropónimos (Guadalupe, Fátima, Almudena, Ismael...).Durante el siglo XIX, con la Revolución industrial y el Romanticismo, empiezan a llegar los primeros anglicismos o palabras del inglés.
El llamado Diccionario de Autoridades de la Real Academia Española , impreso entre 1726 y 1739, fue un primer intento institucional de documentar el léxico del español tras los esfuerzos individuales de los humanistas castellanos del Siglo de Oro .
Gráfico de los orígenes de palabras españolas.