Sinfonía n.º 30 (Mozart)

El padre Leopold Mozart planeó la gira para exhibir a sus prodigiosos hijos, Wolfgang y Nannerl en las principales cortes europeas.

[3]​ Posteriormente Leopold y sus hijos pasaron en Viena varios meses de 1768 durante los cuales el joven maestro hizo un esfuerzo consciente por adaptar su estilo sinfónico a los gustos del público vienés, adoptando entre otras cosas la estructura en cuatro movimientos.

La primera edición fue llevada a cabo en 1799 por la editorial Günter & Böhme en Hamburgo, que publicó las partes bajo la denominación Quatre symphonies, Op.64 No.4.

La partitura completa fue editada en 1880 por Breitkopf & Härtel en Leipzig, que la publicó bajo la denominación Wolfgang Amadeus Mozarts Werke, Serie VIII, No.

[2]​ En la partitura autógrafa aparece anotado trombe lunghe que quiere decir trompetas largas.

Lo mismo se aplica a los timbales, que normalmente aparecían en paralelo con las trompetas (si estaban presentes en la orquesta).

Conforme a Stevenson, la importancia de la "seriedad" como cualidad musical determinante queda en manos del oyente.

Es rico en melodías cantabile y muestra el cuidado del compositor por mantener el interés de las cuatro voces.

El Finale empieza con un motivo descendente de fanfarria con puntillo similar al que abre el movimiento inicial.

Mozart en 1773.
Wolfgang y Nannerl hacia 1763.