Julio Beobide

Uno de sus hermanos mayores fue el sobresaliente compositor musical y organista José María Beobide.

Allí tuvo contacto con el artista Asorey, quién le inició en los rudimentos de la talla.

La obra y vida del escultor suele ser dividida en cuatro periodos principales.

Zuloaga había inaugurado en 1914 su casa de veraneo Santiago Echea en Zumaya, donde conoció al inquieto Beobide y le animó a que continuara su formación como escultor.

Salvo dos breves estancias en Roma y París, donde el escultor conocería de primera mano las obras de Miguel Ángel, Rodin y Carpeaux, Beobide no abandonaría casi nunca más su localidad natal.

En Zumaya Beobide encontró el medio adecuado para su desarrollo y fortalecimiento como artista.

El nombre de la casa "Kresala" significa brisa salada o salitre en lengua vasca.

Zuloaga, quien tenía en gran estima a Beobide, trató de aprovechar su prestigio para lanzar la carrera del escultor organizándole exposiciones en Madrid y Barcelona, pero siempre se encontró con la cerrazón de Beobide.

En 1940 Zuloaga ofreció una recepción en su residencia a la que acudió entre otras personalidades el general Franco.

Ese día Franco descubrió en la capilla de la residencia de Zuloaga la talla que Beobide había realizado para su amigo unos años antes y que el propio Zuloaga había policromado, quedando muy impresionado por el Cristo.

En 1968 se celebraron asimismo las únicas exposiciones personales que tuvo el escultor en vida.

Fueron tres exposiciones-homenaje que se le tributaron en las localidades de Zumaya, San Sebastián y Éibar.

Poco antes de fallecer, realizó el busto del escritor Toribio Echevarría.

El escultor posee una calle en su honor en San Sebastián y un paseo en Zumaya, donde se encuentra situada, precisamente, la casa "Kresala".

Busto de Toribio Echevarría en Éibar en 1969.