[6] Al año siguiente, aprovechando que el entonces gobernador interino Frías se había dirigido a la isla de Margarita, Carvajal ocuparía fácticamente el cargo de gobernador por falsificar título, y porque se seguía desconociendo el paradero del anterior teniente general Philipp von Hutten o bien traducido como Felipe de Utre quien fuera confirmado como gobernador titular[7] ya que era quien tendría que suceder a Heinrich Remboldt en la gobernación de Venezuela, aunque nunca pudiera ocupar el cargo.
Es así como se emprendió una penosa marcha con hombres, mujeres, niños y ganado, que salió de Coro tomando rumbo al sur.
Sin embargo, el don de mando y la tenacidad de Carvajal, obviaron estos escollos y por vez primera en nuestra tierra sale una expedición en que se incluyen mujeres y niños, además de ganado, ya que la finalidad no era buscar minas ni el fabuloso dorado, sino asentar familias en una zona fértil donde se pudiera sembrar y cultivar la tierra y criar el poco ganado que habían podido sacar de la decadente ciudad de Coro.
En 1546, volvía a Coro el capitán general Philipp von Hutten y al pasar por El Tocuyo, se enteró de que Carvajal había sido nombrado como su sustituto.
Por dicha razón Von Hutten se encolerizó y le pidió a Carvajal cuentas del porqué había fundado aquella ciudad.
Carvajal intentó explicarle, pero ambos se enzarzaron en una discusión de tono desagradable y sacaron las espadas, pero no llegaron a agredirse.
Von Hutten quiso despoblar El Tocuyo y llevarse otra vez la gente a Coro.
Acto seguido, los soldados expedicionarios desarmaron a los de Carvajal y se fueron a Coro, llevándose armas y caballos de aquellos que estaban con Carvajal.
A pesar del interés de Tolosa por dañar la reputación de Carvajal, con su carta también dejó claro varios puntos: 1) Si dejó las montañas y se fue a tierra llana es porque realmente no pensaba ir al Nuevo Reino de Granada, sino asentarse en lugar propicio para la ganadería y agricultura.
3) Prohibió toda "contratación con los indios comarcanos", para evitar los atropellos y abusos a los que se habían acostumbrado estos nuevos habitantes.