Como había perdido su trabajo como albañil debido a su actividad política, se dice que ganaba dinero principalmente mediante ventas ocasionales, preferiblemente en la zona del Parque Vidal, en el centro de la ciudad.
Fue en gran parte desconocido fuera de Santa Clara hasta su muerte.
Si algo le sucediera, Soto culparía al gobierno cubano de su suerte.
[3] En abril de 2011, Soto y Fariñas fueron detenidos durante un día y luego puestos bajo arresto domiciliario después de que acudieron a la unidad de seguridad del Estado correspondiente e insistieron en no salir hasta que fueran arrestados por información que unas horas antes sería dada a sus amigos.
[7] Un multiplicador clave fue el confidente cercano de Soto, Guillermo Fariñas, quien, según sus propias declaraciones, habló con Soto por teléfono mientras aún estaba en el hospital y habló con numerosos testigos y luego informó a varias agencias de noticias.
Una patrulla policial le pidió a Soto que abandonara el parque sin motivo alguno.
Al negarse, lo esposaron y comenzó a gritar consignas de protesta contra el gobierno.
Un médico del hospital confió que probablemente el páncreas de Soto resultó dañado por la paliza.
[15] En un artículo publicado más tarde en el sitio web estatal Cubadebate, Alemania fue duramente atacada por este llamado y descrita como un “aliado de la OTAN incondicionalmente subordinado” a los Estados Unidos que permitiría ser utilizada en un “guerra mediática” contra Cuba basada en mentiras.
[20] Guillermo Fariñas y otros disidentes, por su parte, pidieron una “investigación pública y transparente realizada por expertos de renombre internacional que no están bajo contrato con el gobierno cubano”.
[22] Según la oposición en Santa Clara, Soto condujo desde el parque hasta la comisaría en la patrulla de Herrera.
[28] La protesta de Artiles había pasado en gran medida desapercibida a nivel internacional.