Como anécdota de su adolescencia, cabe destacar que conoció y conversó varias veces con el dictador Juan Vicente Gómez.
A los 18 años de edad, realizó su primera presentación como guitarrista en el pueblo La Unión (Estado Barinas) tocando la melodía Cuidadito Compay Gallo del compositor cubano Ñico Saquito.
Al concluir las grabaciones, Torrealba escuchó repetidamente el disco terminado en su residencia, hasta horas de la madrugada.
Hizo traer del hato Banco Largo un arpa y empezó a practicar los conocimientos que ya tenía, en un período de dos semanas.
Así conformado el conjunto, Torrealba comenzó a ganarse la vida en eventos sociales y en emisoras de radio.
Un año antes había contratado al Cuatrista Juan Antonio Briceño Zapata, natural de Camaguan.
En 1952, el empresario Alejandro Hernández le ofreció una oportunidad a "Los Torrealberos" para actuar en una hacienda turística denominada Rancho Pampero, ubicada en Chacaíto (Estado Miranda) donde presentaba su música, los días miércoles, a turistas extranjeros, en su mayoría provenientes de Estados Unidos.
Más tarde también acompañó con su grupo a artistas como Rafael Montaño, Pilar Torrealba (quien no era pariente del músico), Héctor Cabrera y Rudy Hernández entre otros.
En 1971, marcó un hito en su carrera al grabar el LP Rapsodia Llanera junto a su agrupación y una orquesta sinfónica que dirigió el músico Attilio Ferraro.
En 1978, buscando innovar con su música, Torrealba disolvió momentáneamente su agrupación para establecer una orquesta bailable que combinara en un solo ritmo los compases de la salsa, el pasaje y la samba brasileña.
Firmó su último contrato discográfico en 1981 con la empresa Sonográfica, con la cual realizó unas pocas grabaciones, respaldando a la cantante apodada Natalia, antes de retirarse de la actividad musical en 1986, al sentir que a su música no se le daba suficiente promoción.
En abril viajó a Camaguán, en donde desvelaron una estatua con su estampa, ubicada en la avenida que lleva el nombre del maestro Juan Vicente.
Durante su carrera, fue normal que Torrealba tuviera detractores respecto a su estilo de presentación y su música.