Estudió Historia en la Universidad Complutense de Madrid, donde se licenció en 1950 con premio extraordinario.
En esos años se relacionó con los que acabarían siendo otros renovadores del pensamiento y la literatura española, como Fernández Santos, Rafael Sánchez Ferlosio o Aldecoa.
Esta militancia política, ciertos sucesos coyunturales y las inaceptables para él exigencias (vitales, ideológicas, existenciales) de la dictadura franquista, le llevaron a optar por alejarse de España.
Así, entre 1954 y 1965 permaneció en Alemania, primero en el Dolmetscher Institut de Heidelberg y luego, como profesor del Historisches Seminar de la universidad de la ciudad, en la que coincidió con el filósofo Emilio Lledó (Lector en el Romanisches Seminar) y Hans-Georg Gadamer.
[3] Destacan sus aportaciones pioneras en historia e historiografía alemanas, su participación en congresos y reuniones científicas (p.