Allí estudió los textos de Le Corbusier, Matila Ghyka, Rimbaud, Poincaré, etc.
[1] Pasó dos años fuera de la escuela, en los cuales desarrolló proyectos y se dedicó al estudio.
En 1939 volvió a Chile debido al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, pasando antes por Grecia.
En 1948 viajó nuevamente a Europa, esta vez acompañado por su amigo el arquitecto Isidro Suárez.
Este viaje se prolongó por 10 años, residiendo en múltiples lugares, siendo los más permanentes París y Madrid.
Conoció a Jesús Bermejo, Atilano Lamana, Ricardo Astaburuaga, Peter Seeberg, Carlos Arean y Juan Ballester Peña.
Entre los lugares visitados se encuentran España (donde recorrió varias ciudades), Francia, Italia, Egipto, Marruecos, Holanda, Dinamarca, Suecia, Alemania.
Se realizaron numerosos bosquejos del proyecto y Borchers participó a distancia desde París, por medio de correspondencia diaria.
[2] En 1966 realizó el proyecto para el Centro Estudiantil Médico Universitario que, por conflictos con el decano de la facultad, llegó solo hasta un anteproyecto.
Otra influencia significativa fue la obra del arquitecto y monje benedictino de origen holandés Hans van der Laan, de quien tomó la noción de la arquitectura como mediación armónica entre el ser humano y el mundo natural, y el Número plástico para desarrollar su propia serie aritmética basada en las propiedades geométricas del cubo a la que denominó como Serie Cúbica.
La Cosa sería aquello que percibimos mediante nuestros sentidos externos (vista, tacto, oído, olfato, etc.), unificados a través del Órgano Plástico.
Su segundo libro Meta Arquitectura se publicó en forma póstuma ese mismo año.