En la primera exposición que Pep Pinya organizó en Pelaires, una colectiva, ya había obras de nombres como Pablo Picasso, Antoni Tàpies, Antoni Clavé, Carlos Mensa o el propio Joan Miró.
Más tarde, Chillida, Valdés, Clavé, Millares, Brossa, Saura y Mensa, entre otros.
En aquellos años, por circunstancias políticas y sociales, Pelaires acogió en sus instalaciones a lo mejor del panorama nacional e internacional, y no únicamente relacionados con las artes plásticas, sino de todas las disciplinas.
Robert Graves, Camilo José Cela, Miguel Ángel Asturias, Vicente Aleixandre, Vargas Llosa, Blai Bonet… participaban de alguna forma en ese espacio cultural de debate y reflexión en el que se había convertido Pelaires.
Su dominio de varios idiomas (inglés, francés, alemán, italiano) también fue un factor decisivo en este proceso.